domingo, 6 de abril de 2014

Como sentirse mejor comiendo bien

Desde la cocina podemos aportar nuestro granito de arena para que nuestros comensales vivan con más alegría.
 “Somos lo que comemos"... así que es lógico que los alimentos influyan en la química de nuestro cerebro, interviniendo en nuestro humor. Por ejemplo, la serotonina es un neurotransmisor básico que nos ayuda a sentirnos felices y a luchar contra la depresión; y las endorfinas reducen el dolor y son calmantes. Ambos son analgésicos naturales que favorecen la sensación de felicidad.
Yo suelo preparar los menús en mi casa incluyendo estos alimentos que benefician a nuestra salud física y mental, y nuestro estado anímico y emocional.
El chocolate consumido en pequeñas cantidades estimula la generación de endorfinas y contiene abundancia de antioxidantes que mejoran el estado de ánimo.
La pasta, especialmente la integral, nos sacia y favorece la liberación lenta de energía, y sus aminoácidos también impulsan la producción de endorfinas. Sustituir las harinas blancas por harinas integrales con más fibra ayuda a contrarrestar la ansiedad y a evitar los estados depresivos.
Los plátanos, ricos en potasio, esencial para la función nerviosa, aumentan los niveles de energía y gracias a su gran cantidad de carbohidratos con almidón contribuyen a que tengamos buen humor.
La piña nos ayuda a dormir bien, provoca nuestro bienestar físico y nos ayuda a luchar contra la frustración estimulando la producción de serotonina, impulsándonos a ser más optimistas, calmando la ansiedad y aliviando la agitación nerviosa.
Los pimientos picantes o chile contienen capsaicina, que al provocarnos ese calor picante en la lengua hace que el cerebro libere endorfinas, ayudándonos a combatir la frustración, la ira y la depresión.
Las uvas, los cítricos, las fresas, las semillas de sésamo en cantidades moderadas, las nueces, los lácteos y el huevo influyen positivamente en nuestro ánimo y fomentan que seamos más felices.
Y es importantísimo evitar el alcohol y la cafeína, que deprimen las neuronas empeorando el estado anímico.
"Tu estado de ánimo es tu destino" (Herodoto de Halicarnaso)


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