La
pechuga de pollo es un plato sanísimo, que admite una inmensa
variedad de preparaciones. Esta receta resulta muy sabrosa y
original, tanto para niños como para mayores, y al ser en paquetes
individuales queda muy bien presentada en el plato.
Empiezo
pochando bastante cebolla, picada fina con un poco de aceite de oliva
virgen y sal. La dejo a fuego lento bastante tiempo, para que quede
blandita.
Mientras
se hace, saco la bandeja del horno y lo enciendo a 180º, voy sacando
el hojaldre de la nevera (yo uso el de Lidl) para que luego sea más
fácil trabajarlo, y corto las pechugas de pollo en tacos para una
ración individual.
Cuando
ya está pochada, la pongo en un plato para que se enfríe.
En
la misma sartén que la cebolla, hago los trozos de pechuga a la
plancha.
Estiro
la masa de hojaldre sobre el papel vegetal encima de la bandeja del
horno (tiene que estar fría!), y la corto en porciones. Para los
adultos utilizo un cuarto de la plancha de hojaldre, y para los niños
llega con un octavo.
Encima
de cada porción de hojaldre pongo cebolla, un poco de queso
mozarella rallado y una ración de pechuga de pollo a la plancha.
Hago un paquete, lo pinto con leche, y lo horneo durante 15 minutos a
180º.
¡Y
listo! Los paquetes quedan doraditos y con una pinta estupenda...
Quedan
bien con varias presentaciones: ensaladas, judías o espárragos
salteados... pero a mis hijos como más les gusta es con puré casero
de patata y yema de huevo.
que rico! y se puede dejar preparado para ir a la playa, y meterlo en el horno al llegar!
ResponderEliminarPues si... y también se puede congelar :)
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