Los
pescaditos fritos es un plato que en mi casa siempre triunfa. En el
supermercado encuentro a menudo ofertas (por 2,99€ o 3,50€ el
kilo) de pescados pequeños y que tienen pocas espinas o pequeñas,
para poder comerlos con ellas: boquerones, parrochas pequeñas,
sardinillas, chanquetes...
Primero
les quito las tripas (la cabeza se la dejo... está muy rica), los
lavo y los escurro bien.
En
una bolsa de plástico echo harina con un poco de sal y pimienta.
Meto los pescaditos en la bolsa y la agito un poco para que queden
bien enharinados. Después los sacudo para retirar el exceso de
harina.
En
una sartén pongo abundante aceite de oliva virgen y cuando está
caliente, frío los pescaditos durante unos minutos, hasta que están
dorados (el aceite los tiene que cubrir para que se hagan bien).
Mientras frío la siguiente tanda, los pongo sobre papel de cocina
absorvente para retirar el exceso de grasa.
Suelo
servirlos acompañados de limón y pan de maíz.
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