La ensaladilla rusa es
el plato veraniego por excelencia: fresquita, nutritiva y perfecta
para dejar preparada con antelación en la nevera. Admite múltiples
variantes, pero a mí me gusta la ensaladilla pastosa, con la patata
muy cocida y con los trozos bastante pequeños.
Primero empiezo pelando
y troceando las patatas en dados, la zanahoria y las
judías redondas. Lo pongo todo a cocer en abundante agua
salada y le añado unos guisantes.
En otro cazo, pongo a
cocer los huevos.
Cuando las verduras
están cocidas las escurro y las dejo enfriar. Luego las pongo en un
cuenco, añado maíz dulce, el tomate, una lata de atún
al natural y las aceitunas. Echo la mayonesa (abundante),
mejor casera, y lo revuelvo todo bien.
Puede presentarse de
muchas maneras, pero a mis hijos les hace mucha gracia que la prepare
con forma de girasol, poniéndole encima una yema de huevo rallada y
aceitunas, y colocando alrededor unas patatillas.
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