Si la vida te da limones, haz limonada

Colgado en la pared de mi casa hay un cuadro que bordé hace muchos años con el mensaje “Si la vida te da limones, haz limonada”. Ese mensaje ha estado presente en la pared de los hogares en los que he vivido, y me ha hecho reflexionar mucho sobre la vida, sobre como aprovechar el momento y los recursos que me llegan.

El limón es por definición una fruta ácida... yo no sería capaz de comerme un limón así a mordiscos, es un sabor muy desagradable, pero en cambio me derrito por una buena limonada fresquita con un toque dulce.

La vida viene cargada de momentos ácidos a los que podemos sacarles provecho si sabemos darles la vuelta o trasformarlos en lo que nosotros queramos... casi todo tiene al menos un punto positivo en el que podemos centrarnos para asomarnos más a la vida en positivo y “disfrazar” los momentos más desagradables.

Para vivir más satisfechos, es aconsejable no lamentarse por lo que uno no tiene, sino aprovechar los recursos que tenemos sacándoles el máximo provecho. Y no me refiero solo a los recursos materiales o económicos, sino también a los recursos sociales y de toda índole.

No se trata de ser conformista, sino de mejorar nuestros recursos adaptándolos a nuestras necesidades o apentencias. Busca lo positivo que hay en cada cosa, y no te lamentes...

Si crees que eres feliz, serás feliz.