Comienza la temporada
invernal, y pasar un día en familia fuera de casa se complica
debido al mal tiempo.
Ir a una flamante
estación de esquí con un equipaje completo para la ocasión y pagar
un forfait no está al alcance de todos los bolsillos, así que hoy
os propongo llevar a los peques a pasar un día low-cost en la
nieve.
Lo primero es
equiparse para la ocasión. No es necesario comprarse un mono
específico para la nieve: yendo bien abrigados, si
conseguimos mantenernos secos, el frío no será un problema. Puedes
aprovechar la ropa térmica que utilizáis para practicar deporte en
invierno, os chubasqueros, unos leotardos bajo los pantalones, unas
botas de agua o de montaña... Lo que sí necesitaréis son unos
guantes impermeables, porque los guantes de lana se empaparán.
Puedes preguntarle a
otras mamás si tienen alguna cosa para prestarte para la
ocasión. Si tienes que comprar algo puntual, como un pantalón
impermeable o unos guantes, aprovecha las promociones que suelen
poner en el Lidl. En el Decathlon también encontrarás algunas
prendas muy bien de precio (yo compré guantes y forros polares por
unos 6 euros)
Será necesario llevar
una muda completa para cambiarse al finalizar la jornada, y bolsas de
plástico para meter la ropa y el calzado mojado.
Yo suelo llevar una
bolsa bien cargada con comida, porque así nos ahorramos los
desorbitados menús de los restaurantes de las estaciones de esquí.
Para el mediodía suelo preparar unas milanesas de pollo, una
ensalada de pasta, una empanada, una tortilla de patatas, unos
bocadillos o un buen caldo en un termo. Completándolo con fruta,
galletas y bebidas llevarás todos los víveres necesarios.
¡Importante! No
olvides la protección solar, porque con la altura aumenta el efecto
dañino del sol en nuestra piel, y a eso hay que añadir el hecho de
que la nieve refleja los rayos ultravioleta con lo que el
cóctel es explosivo. Seguro que tienes en casa algún resto del
verano pasado de crema solar con un factor alto. Aprovéchala.
El “plan estrella”
de un buen día en la nieve es construir un muñeco de
nieve en familia. Trabajando en equipo podéis hacerlo bien
grande. Nosotros nos llevamos las palas grandes de la playa y una
zanahoria, y lo completamos recogiendo por allí dos piedras para los
ojos y dos palos para poner como brazos.
Otro clásico divertido
son las guerras de bolas o tumbarse en el suelo para hacer el ángel.
Desde mi punto de vista
no compensa alquilar un trineo porque por el mismo precio puedes
comprarlo: en el Carrefour conseguí uno muy majo que no llegó a 10
euros, y también los venden en el Decathlon. Otra opción aún más
económica son las palas – trineo para uso individual. Y si no
quieres gastar nada, puedes llevar un trozo de plástico grueso (por
ejemplo, el que uses para cubrir el tendal) con el que también
podréis deslizaros cuesta abajo por la nieve.
¡Y recuerda coger la cámara de fotos!
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