Ser madre es una
experiencia muy personal, que debemos afrontar con toda la
estabilidad emocional y la fortaleza con la que seamos capaces.
Hay una serie de
errores típicos de las madres primerizas que se repiten y que
generalmente ya no se cometen cuando afrontas la segunda maternidad:
Darle demasiada
importancia a todo lo material es un error muy común. Nos
obsesiona tenerlo todo, necesitamos la amplia diversidad de
artículos del catálogo de puericultura, y si tenemos media
tienda de ropa infantil, mejor que mejor... “Por si acaso”. Pero
la mayoría de las cosas que acumulamos son prescindibles, y lo que
de verdad necesita nuestro bebé es tener una madre relajada durante
el embarazo y la crianza, y no una madre angustiada para que
a su hijo no le falte nada material. Tu bebé no se enterará si
lleva o no el saco del carrito a juego con su ropa, o si no cuelga
un angelito de plata lleno de lazos de su cuna... pero sí le
afectará que su madre se estrese por tenerlo todo perfecto.